Cuando una voz masculino te dice “aparte del medio” tu te giras molesto y preguntas “que coño quieres”. Cuando ves que tiene una pistola, Piettro Beretta Modelo 950 con un 22 de calibre y capacidad para 7 balas, intentas sonreír y dices “si, disculpa”.

O no.

Entonces comienza una acalorada discusión. Acalorada, por ti, enfriada por el acero de la pistola que se acerca a tu sien y dice “pero en que coño estas pensando gilipollas, aparte del medio”. Entonces, recapacitas y dices “sí, sí perdona”.

O no.

El, que no te ha dejado de apuntar, te mira fijamente y dice “¿quieres que te mate, maricón de mierda?”. Y claro, tu respondes, “No, ha sido todo una confusión, disculpe señor, no me mate”.

O no.

Al ser una pistola solo tiene que quitar el seguro y en menos de 2 segundos tu sesos, tu sangre, y depende de la distancia, quizá algún hueso craneal, le mancharían, por eso te dice “hijo de puta aparte de mi vista antes de que manche mi traje nuevo”. Claro, tu en ese momento estas pensando en su traje nuevo que no quieres que manche y respondes “por supuesto, me alejo un poco para que me dispares sin mancharte”.

O no.

En cualquier academia, escuela, ejército, pandilla, o reunión de vecinos, lo primero que se aprende es que si sacas un arma, es para usarla. No para tener la razón cuando argumentes, o para ligar, si la sacas, la usas. No te sacarías la polla en el baño para mirar la taza del váter, aquí ocurre lo mismo, por eso, y pasa un tiempo el que esta esperando a mear golpea la puerta, y tu sigues mirando tu polla, la taza del váter, y no meas, por eso, cuando sacas una pistola, y pasa un tiempo y no disparas, alguien saca la suya y lo hace.

O no.

Pero que coño, como no lo va hacer. Con la fácil que es pedir las cosas por favor. “Por favor apártate” y no hubiéramos tenido que echar a perder una bala, tu traje nuevo, un litro de gasolina y una cerilla. Joder, y la peste que has dejado qué. Pero nadie te echará en falta.

O sí.